Caos y orden de la economía política en Argentina

Por: Aldo Bianchi y Juan Manuel Martínez

Argentina es un Estado federal, regido por una Constitución nacional, donde conviven veintitrés provincias y una ciudad autónoma, cada una con su propia constitución y administradas por un gobierno central, compuesto por veinticuatro poderes ejecutivos, sus respectivas cámaras legislativas y poderes judiciales.

Con una extensión territorial ubicada en el octavo lugar en el ranking mundial, Argentina posee grandes riquezas minerales, como carbón, sal, cobre, oro, plata, zinc, bauxita (aluminio), litio, uranio y potasio. Existen también recursos pesqueros en el sur, desarrollo en energía eólica, cuencas acuíferas, como también recursos forestales. Tanto en las sierras pampeanas como en la provincia de Buenos Aires se hacen extracción de rocas, como mármoles, granitos y calizas. Asimismo, mediante la minería se obtienen combustibles, petróleo, carbón y gas.

Además, Argentina posee zonas con características óptimas para el desarrollo de la agricultura: relieve de llanura, suelo fértil, clima suave, con escasa oscilación térmica y abundantes lluvias. Se destaca el cultivo de trigo y diversas frutas cítricas, como también la producción de maíz y soja. La producción agrícola, aporta por año toneladas de alimentos a países de todo el mundo, generando ganancias extraordinarias.

Desconcierto social

A pesar de su altísima riqueza, complementada con una fuerte industria de alto desarrollo tecnológico, el entramado político y social argentino es caótico; con una estructura económica altamente concentrada en manos de grupos privilegiados, su población es víctima de recurrentes crisis de inestabilidad económica con ciclos de alta inflación.

Según analistas económicos, una de las claves para entender el constante ciclo inflacionario de Argentina, es la violenta puja distributiva por la renta.

En Argentina conviven en permanente tensión las agrupaciones sociales -con un fuerte grado de movilización- y los sindicatos obreros industriales, con sectores de altísima concentración de capital, que promueven la fuga incesante de dólares. Los sectores concentrados tienen una gran capacidad para fijar precios y controlan no sólo el flujo económico, sino también la dinámica política, influyendo en organizaciones y partidos, como la libertad Avanza, el Pro, Cambiemos, y algunas líneas del peronismo. En este último caso, proliferan productores industriales medianos, dependientes de las materias primas y de las decisiones políticas en materia financiera.

Bajo este esquema, el sistema de reglas económicas es gobernado por una compleja matriz política, en pugna de forma permanente con empresas multimillonarias, que dominan los mercados y el flujo de divisas.

Desde hace décadas, Argentina transita largos períodos de inflación con subas de precios, en contextos globales de inflación reducida. Muchos economistas han advertido que parte del proceso de desinformación de la opinión pública, está relacionado con la difusión de los análisis que omiten deliberadamente la lucha distributiva para explicar la inflación: ésta sería originada exclusivamente en la emisión monetaria. 

El desacople de precios y salarios, alimenta un proceso de fuerte polarización social de clases, que comenzó en la década de los noventa a instancias del Consenso de Washington, donde se impulsaron privatizaciones del sector público con el consecuente desmantelamiento del aparato industrial: amplios sectores de trabajadores industriales cayeron en la desocupación, colmando de pobres a los grandes cordones de la periferia de grandes ciudades como Buenos Aires o Rosario.

Con la contracción del empleo, el incremento de la precariedad, la informalidad e inestabilidad laboral, se generó un mercado de trabajo de mano de obra barata, donde la población económicamente activa se debate entre el empleo y la pobreza, el desempleo y la indigencia.

Asimismo el paquete de leyes enviado al congreso por Javier Milei, permite percibir la voluntad del gran capital de desmontar el sistema de distribución de la renta que otorga seguridad social y salud que apunta a la universalidad, subsidios al transporte, a la energía y una canasta de alimentos a precios acoplados a los ingresos.

Otra de las consecuencias de las medidas gubernamentales, es el feroz aumento de los alquileres. La suspensión del financiamiento de largo plazo con tasas estables que requiere la construcción de viviendas accesibles, torna imposible la constitución de reincidencias económicas, caldo de cultivo para enormes especulaciones inmobiliarias.

Coyuntura política

En este contexto Javier Milei, ha llegado a la presidencia abogando por políticas de libre mercado, y reducción del gasto público. Autodefinido como anarco-capitalista, su campaña estuvo fuertemente presente tanto en medios de comunicación tradicionales, como en redes sociales. Su retórica de inconformismo adolescente, mezclada con tintes místicos y mesiánicos, fue acompañada con canciones de campaña con frases pseudorevolucionarias como “se viene el estallido”.

Cabe recordar que la administración del Frente de Todos, llegó al final de su período con siete puntos más de pobreza; asimismo Macri, que prometió en campaña pobreza cero, también llegó al final de su periodo, con siete por ciento más de pobres que la administración anterior. Muchos analistas sostienen, que en su campaña Milei logró capitalizar energías de rebeldía concentrada, de un electorado desencantado con las propuestas ya conocidas.

La primera medida relevante de Javier Milei fue la de un Decreto de Necesidad y Urgencia de 366 artículos. Expertos lo denuncian como una reforma constitucional encubierta. Lo más destacable del decreto es que propone una desregulación total de la economía argentina, con artículos que promueven la abolición de la ley de alquileres y de abastecimiento, la modificación de los códigos civil y comercial, y la privatización de empresas estatales y de los clubes de fútbol. Cabe resaltar que algunas partes fueron declaradas inconstitucionales por la Justicia argentina, como la de reforma laboral.  

La segunda medida de importancia, fue la de un proyecto de ley con más de 664 artículos. Además de ir en la misma dirección del decreto, concedía al poder ejecutivo facultades extraordinarias delegadas por el Parlamento, durante todo su mandato. Finalmente, el proyecto naufragó en el Congreso, debido a una falta de voluntad de negociación de Javier Milei y la impericia de los pocos legisladores libertarios. Es preciso señalar que La Libertad Avanza cuenta con tan sólo 7 senadores de 75 y 30 diputados de 250, lo que sin dudas requiere de finos negociadores y hábiles políticas.

Hay analistas que sostienen, que más allá de estas medidas de alto impacto, el presidente Milei gobierna, pero el poder estaría en manos de las corporaciones multimillonarias. Uno de los indicios que confirmaría esta hipótesis, es el aspecto más sorpresivo de la elección del gabinete presidencial: su ministro de economía es Luis Caputo.

¿Quién dirige la batuta?

Luis Caputo fue ministro de finanzas y presidente del banco central en la administración de Mauricio Macri. Fue el responsable de la última devaluación del dólar de 118% que triplicó la tasa de inflación que dejó el gobierno anterior.

Cabe recordar que Caputo es el responsable del astronómico préstamo tomado por la Argentina al FMI en la administración de Macri, que tanto le ha costado al país.

“Caputo se fumó 15.000 millones de dólares de reserva irresponsable e ineficientemente y nos deja este despiole de las Leliq»[i]. Dijo de su ministro de economía Javier Milei cuando aún no era presidente. Es el mismo Caputo que fue denunciado porque el préstamo del FMI se fugó casi en su totalidad mediante la modalidad de “carry tradeuna modalidad que consiste en invertir en activos en pesos, captar la ganancia, y luego recomprar dólares. Al final, si todo salió bien, el inversor tiene más dólares de los que tenía al inicio, con el consiguiente perjuicio para la economía real.

Las autoridades federales de los Estados Unidos investigan a Luis Caputo desde hace muchos años. Según informó en su oportunidad la Comisión Nacional de Valores de EE.UU. (SEC Securities and Exchange Commision), entre 2009 y 2015, Caputo era accionista en un 75% de la empresa Princess International Global Ltd., una sociedad creada en las islas Caimán (en donde funciona el secreto fiscal) y por medio de ésta controló entre el 50 y el 74% de Affinis Partners II, que a su vez es la empresa controlante de al menos el 75% de Noctua International WMG LLC, la cual gerencia fondos de inversión con los que Caputo administró los fondos que fueron producto de la fuga de capitales argentinos.

La información fue girada a la justicia argentina por el Departamento de Estado, lo que derivó en la causa 1812/2017, radicada en el juzgado federal Nº 10 por los delitos de Administración Fraudulenta, delito de uso de información privilegiada, incumplimiento de los deberes de funcionario público, lavado de dinero, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones pública, omisión maliciosa y tráfico de influencias. Como podrá apreciarse, el actual ministro de economía no sólo es un hombre del sistema financiero, sino que un poder extranjero lo tiene en la mira. Surge la pregunta de si este funcionario tendrá autonomía de su voluntad, a la hora de tomar decisiones que afecten la soberanía del país.

Adláteres

Asimismo, en el equipo económico de Javier Milei, se encuentra Federico Sturzenegger jefe de la “Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía”. Sturzenegger fue el responsable del mega- canje del año 2001, donde se revendieron bonos aumentando la tasa de interés y capital. La operación de canje de bonos, tuvo el objetivo de retrasar plazos de pago de la deuda a cambio de un importante incremento en los intereses y el monto del capital adeudado (se pagaron además altísimas comisiones a bancos extranjeros); la medida fue judicializada y llevó al procesamiento de Sturzenegger por parte del juez federal Sebastián Ramos, según el perito de la causa, la operación le costó al Estado argentino 54 mil millones de dólares.

Más de un economista teme que el plan de Caputo y Sturzenegger, sea la devaluación constante del peso, hasta llegar a la dolarización, aunque la idea de dolarización parecería alejarse: la Corte Suprema de Justicia advirtió por canales oficiosos que no es constitucional.

Muchos expertos resaltan que la devaluación impacta en los precios, generando inflación; cada punto de inflación que sube, licua los ingresos y ahorros de las masas de asalariados, llevando a un duro empobrecimiento de la población.

Cabe advertir que una dolarización llevaría consecuentemente a una pérdida de soberanía del Estado, como también a una facilitación del lavado de dinero por organizaciones del crimen organizado. En este contexto caótico, cabe recordar aquella vieja hipótesis de la economía política sobre los ciclos económicos: las crisis se generan de manera deliberada, y quienes lo hacen terminan acumulando ganancias extraordinarias.

Hace unos 130 años el capitalismo norteamericano se elevaba con fuerza en el escenario mundial. Uno de los hombres más relevantes, Nelson Rockefeller dijo una de las frases más ocultadas de occidente: “la competencia es un pecado, por eso procedemos a eliminarla”. En su discurso Javier Milei, advierte rápidamente y al pasar “no existen fallos de mercado”, frase que sólo tiene sentido para un pequeño grupo de economistas.

Como en casi todas partes del mundo, el 90 % de los contratos celebrados por los ciudadanos de a pie, son contratos de “adhesión”, es decir sin posibilidad de discutir precios, cantidades o calidades. No existen hoy en día mercados “perfectos” donde la encrucijada de abscisas y ordenadas fijan el precio de los productos, salvo excepciones aisladas.

La teoría de económica que propaga Milei es falsa en su totalidad: no existen infinitos agentes económicos competidores en los mercados, donde el egoísmo genere bien común.

La mano invisible del mercado opera en limitadísimos mercados o mas bien en casos de oportunidad marginal de los mercados. Sí funciona dentro de las aulas de los seguidores de la escuela de la economía austríaca.

La praxis indica que el mundo funciona con formadores de precios, oligopolios, monopolios y cartelizaciones; cuando hay liberación de precios estos se rigen exclusivamente por su inelasticidad. La inflación en Argentina, si bien tiene origen en la puja precios y emisión monetaria, se alimenta de la fuga sistemática de moneda dura del mercado financiero.

Disciplinamiento social

Si ponemos esta coyuntura social en perspectiva histórica, podríamos señalar que este es el proceso de disciplinamiento, más brutal que se aplicó a la población en la república Argentina.  Lo evidencian no solo las brutales medidas económicas de ajuste, sino también el “Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación”, del Ministerio de Seguridad.  

Indiscutiblemente destinado a impedir la protesta, el protocolo define el corte de calles como delito, además habilita a la fuerzas de seguridad a dispersar la manifestación, permite también recabar información de los que participan, como también de las organizaciones que las coordinan y convocan, con el fin de perseguirlos penalmente. Además el protocolo determina que cualquier reunión de más de tres personas, debe ser informada al Ministerio.

En la primera protesta de los movimientos sociales, las fuerzas de seguridad requisaron el transporte público para filmar y pedir documentos a quienes quisieron manifestarse. Se difundió en las estaciones de tren la advertencia de que “el que corta, no cobra”. También se habilitó un teléfono gratuito para denunciar “presiones de las organizaciones a sus militantes para acudir a la protesta”. Una vez concluida la movilización, la ministra pasó factura a los organizadores por gastos de seguridad. El protocolo fue declarado incompetente por un tribunal superior, a partir de los recursos de organizaciones nacionales e internacionales, asimismo el juez de primera instancia obligó a que el protocolo se ajustara a la Constitución Nacional.

Argentina y el contexto geopolítico

Muchos votantes seducidos por palabras como libertad, y estallido, no han tenido en cuenta que el liberalismo económico se basa en la asimetría de información, en donde la dinámica de libertad mercantil permite que los más privilegiados, aumenten aun más sus privilegios.

La economía se trata de la administración de recursos escasos. A veces cuesta aceptar que mediante la aspiración de los ahorros, salarios, y jubilaciones por parte de pequeños sectores de privilegio, se empobrecen las demás capas sociales: desde la más alta de las tantas clases medias, hasta la población más vulnerable.

Esta aspiración económica, decanta en el deterioro de la estructura social. Uno de los puntos más evidentes de este deterioro, es la pauperización que se vive en los barrios periféricos. Asimismo, es sabido que el incremento de la frustración económica en las personas, es caldo de cultivo para la criminalidad y la violencia, tanto en la convivencia barrial como en el ámbito doméstico; más de un analista podría entenderlo como una lucha de pobres contra pobres. También hay que tener en cuenta que este tipo de dinámica, afecta la tasa de suicidios.

Más allá del duro disciplinamiento de su población interna, para muchos politólogos el centro de toda esta dinámica se centra en un saqueo a la abundancia de recursos naturales del país, como también el control político de la región: la posición geográfica de Argentina es estratégica para influir política y económicamente tanto en el territorio del cono sur, como el resto de américa. Las dinámicas geopolíticas de los países centrales, tienen en Sudamérica claramente intereses en plena operación. Uno de los puntos más álgidos de la lucha geopolítica de los países centrales, es el de evitar que los países emergentes tengan un desarrollo industrial pleno.

La producción petrolera de Argentina tiene una rica historia que se remite hasta 1867, y comienza su alto desarrollo de la mano del Estado en 1907. Actualmente en Argentina, las reservas petrolíferas y gasíferas, reserva de shale gas y oil gas, se combinan con una desarrollada infraestructura de transporte y distribución.

A pesar de que haya altos desarrollos tecnológicos en casi todas las ramas de la producción, las materias primas en Argentina se encuentran hoy con un aparato industrial decaído. Hay un fundamento imprescindible para entender la dinámica industrial: esta requiere de un flujo permanente para su funcionamiento, sostenibilidad, desarrollo y competitividad. Si se corta el flujo, el aparato se derrumba. Si bien el plan de la administración de Milei es el de desarme del complejo industrial local, hay que tener en cuenta que en Argentina existen grupos de expertos que no quieren renunciar al desarrollo del mismo; se trata de un plan estratégico, que forma parte del fundamento ideológico de varios sectores de todo el espectro político.

Hay que tomar recaudo de que el deterioro económico, político y social, genera vulnerabilidad para el ingreso del narcotráfico a los Estados. La dinámica del tráfico de drogas, es un instrumento tanto económico como de control geopolítico, instrumento ya desarrollado por el Imperio británico en China, en la conocida guerra del opio. Cabe recordar que el presidente de Ecuador advirtió que la dolarización facilita los blanqueos, y esto inevitablemente permite la aceleración de los flujos criminales de narcotráfico.

Más de un analista político europeo se ha escandalizado con el ascenso de la figura de Milei en Argentina, sin embargo la capitalización de la rebeldía por el mainstream económico global, con figuras excéntricas, no es un fenómeno local. Cabe recordar que el presidente de Ucrania, comediante de profesión, llegó a la presidencia con una campaña con videos que lo incluían entrando al congreso con una ametralladora. Si bien el personaje excéntrico estuvo históricamente en boga, se ha explotado al extremo en política en los últimos años. Bajo estas circunstancias, cabe esperar que la conciencia de las poblaciones este a la altura de los problemas contemporáneos, y que en su formación política, los ciudadanos sean preparados para discutir los destinos civilizatorios que planean los países centrales, alejándose paulatinamente de la pantalla del tik tok. 


[i] Las Leliq, o Letras de Liquidez, son instrumentos financieros emitidos por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Funcionan como promesas de pago a los bancos, para absorber -temporalmente- los pesos del mercado.

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