Perú y su encrucijada política

Luego de que el 7 de diciembre el expresidente Pedro Castillo intentara disolver el Congreso, surgieron protestas en Perú, que desataron una fuerte violencia popular en varios departamentos, generando represión por parte del nuevo gobierno. Castillo fue destituido por el Congreso por incapacidad moral para ejercer el cargo. Por sucesión constitucional, el Parlamento nombró como nueva jefa de Estado a Dina Boluarte, quien ejercía el cargo de vicepresidenta.

Dina Boluarte anunció cambiará a su primer ministro, como una de las medidas para calmar las protestas tras la destitución de Pedro Castillo, que ya dejó una veintena de muertos.

Para Boluarte la nueva formación “tenderá esos puentes de diálogo”, y admitió que necesitaba un Gabinete más político y no tan técnico como el que había formado.

La presidenta de Perú también confirmó que un tribunal militar investigará las muertes ocurridas durante las recientes manifestaciones, además de las investigaciones ya iniciadas por la Fiscalía.

Boluarte señaló que México concedería asilo a los familiares de Castillo, “la investigación que se está dando en la Fiscalía no tendría por qué inmiscuirse el tema de un probable asilo político” afirmó.

La mandataria cuestionó el apoyo a Castillo expresado por el presidente colombiano, Gustavo Petro. “Yo creo que él está confundiendo dos asuntos porque él fue hacia la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando fue violentado en su elección democrática cuando era alcalde allá en Colombia. El asunto del expresidente Pedro Castillo no es el mismo. Acá ha habido un golpe de Estado, fallido sí, pero ha habido un golpe de Estado que el mismo expresidente Pedro Castillo lo ha dado y, en consecuencia, es el Congreso, con el voto de la izquierda, que ha sido vacado Pedro Castillo”

Expertos coinciden en que no hay razones para que se vislumbre un buen horizonte a partir de las nuevas elecciones. Alonso Cárdenas  politólogo  peruano señaló que “El problema político institucional en el Perú es sumamente grave. El descrédito de la clase dirigente ante los ojos de la ciudadanía es probablemente el más alto de América Latina. Tomando en consideración esta situación límite, creo que ya no se pueden hacer parches, maquillajes o arreglos: el país necesita un cambio total, una refundación”

Desde julio de 2016, cuando asumiera la presidencia Pedro Pablo Kuczynski, en Perú ha habido seis mandatarios. A excepción de Martín Vizcarra, que alcanzó los dos años y siete meses de gobierno, ninguno ha llegado a los dos años; Pedro Castillo duró 17 meses.

A pesar de la crisis política la economía peruana muestra un crecimiento sostenido de las últimas décadas, y una reducción de la pobreza de alrededor del 15%, según el Banco Mundial. El último informe destaca que Perú tiene una relación entre deuda pública y producto interno bruto relativamente baja, con considerables reservas internacionales y un banco central confiable.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú, señala que de 1993 a 2019 la economía peruana logró un crecimiento promedio anual de 4,8%. Diego Macera, gerente del Instituto Peruano de Economía señalo a los medios que “Perú ha sido efectivamente el país con mayor crecimiento de toda Latinoamérica en los últimos 20 años, quizás con la excepción de Panamá”

Por otro lado según la primera Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (ENADES 2022) el 55% de la población considera que el Perú es un país muy desigual económicamente, mientras que el 60% de peruanos piensa que la brecha entre ricos y pobres ha aumentado en los últimos dos años. 

Según la experta Alejandra Alayza, “esta encuesta aporta al debate en torno a la desigualdad en un país tan diverso y complejo como el Perú donde no todo puede ser explicado únicamente desde la pobreza monetaria. Dado que las percepciones son la expresión del ejercicio de la ciudadanía y reflejan el sentir de las personas en su convivencia pública, creemos que conocer cómo perciben los peruanos y peruanas los diferentes tipos de desigualdad da luces sobre las principales expectativas de la población y puede ser de mucha utilidad en la toma de decisiones y en la orientación de las políticas públicas”

Cabe resaltar que el 68% de los encuestados considera que los ricos tienen demasiada influencia en las decisiones que afectan al país, seguido por el 66% que cree que el Perú está gobernado por unos cuantos grupos poderosos que buscan su propio beneficio.

También el 50% cree que el Perú está gobernado solo por Lima y que no se toma en cuenta a las demás regiones del país.

La encuesta evidencia que la mayoría de quienes creen que el Perú es muy desigual económicamente, provienen principalmente de Lima Metropolitana y el Perú urbano, y cuentan con educación superior y pertenecen a niveles socioeconómicos medios y altos.

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